28 de mayo de 2011

¿Lecto-escritura o Lectura y Escritura?

Muchos autores recomiendan que la enseñanza de la lectura y de la escritura se hagan simultáneamente porque, según sus experiencias, son procesos que se apoyan y consolidan mutuamente. Para nosotros esto sólo es válido cuando se inicia la enseñanza de la lectura y escritura con alumnos mayores, cuyas destrezas motrices ya están desarrolladas.

Basadas en nuestra propia experiencia de más de 30 años, defendemos que si un niño puede aprender a leer, con gusto y disfrutando, a una edad temprana, no hay por qué retrasarlo con el fin de simultanearlo con la escritura. Si se trata de un alumno con síndrome de Down hay aún más razones para trabajar a distinta edad y a diferente ritmo ambos aprendizajes.

Es muy estimulante y enriquecedor para el conjunto de la personalidad del niño el aprendizaje temprano de la lectura. Es cierto que si el niño con síndrome de Down empieza a los 4 o 5 años necesitará unos tres más para lograr suficiente soltura. Mientras que, si empieza a aprender cuando es mayorcito, tardará menos tiempo. Pero es preciso considerar que todos los ejercicios y actividades que realiza durante el proceso de aprendizaje no son inútiles porque le sirven para mejorar sus capacidades de atención, percepción, discriminación y lingüísticas. Consideramos que es un tiempo muy bien empleado, ya que logrará ser un lector aceptable, con un nivel de 1º o 2º de Primaria, alrededor de los 8 años de edad. Este resultado, de saber leer a esa edad, evidentemente no se obtiene cuando se inicia la enseñanza más tarde. Sin embargo, la enseñanza de la escritura propiamente dicha no puede comenzarse a edades tan jóvenes. Será preciso emplear de 4 a 5 años, como mínimo, para que el alumno alcance un nivel aceptable de escritura. No nos parece razonable frenar la lectura, igualándola por su nivel bajo con el aprendizaje de la escritura. Antes al contrario, para nosotros es un reto el diseño de programas de escritura más eficaces con los que se logren mejores resultados a edades más tempranas. De hecho, actualmente hay alumnos que se expresan mejor con ayuda del ordenador, e incluso tecleando en el teléfono móvil (celular), que con la escritura manuscrita, especialmente cuando son ellos quienes desean transmitir un mensaje.

Estas razones son las que nos llevan a hablar de lectura y escritura y no de lecto-escritura, porque en sus fases iniciales nosotros proponemos que cada aprendizaje vaya por sus pasos propios, siguiendo su ritmo en función de la capacidad del alumno. Al final, algunos alumnos, alcanzarán niveles más igualados entre ambos aprendizajes, mientras que otros siempre serán mejores lectores que escritores.

Fuente: http://www.down21.org/educ_psc/material/librolectura/libro/capitulo10/lectura_escritura.htm

Artículo muy interesante acerca de la lectura y la escritura, en este caso se referiere al proceso de los niños con síndrome de down, sin embargo a mi parecer la lectura y la escritura son procesos diferentes independientemente del tipo de niño que este pasando por dicho proceso. Como en una de las idea que subrayé no considero oportuno frenar la lectura de un niño solo por querer que al mismo tiempo aprenda la escritura. Se pueden enseñar ambos procesos simultáneamente pero sin que ninguno frene al otro y dándole la misma importancia a ambos que es la comunicación.

15 de mayo de 2011

¿Cómo hacer poesía?

Es un género literario en el que se recurre a las cualidades estéticas del lenguaje, más que a su contenido. Es una de las manifestaciones artísticas más antiguas. La poesía se vale de diversos artificios o procedimientos: a nivel fónico-fonológico, como el sonido; semántico y sintáctico, como el ritmo; o del encabalgamiento de las palabras, así como de la amplitud de significado del lenguaje.
La poesía ha de acercarse a su tratamiento específico en las aulas de manera que se permita a Niños y niñas desarrollar capacidades que les sirvan para adquirir una competencia lingüística adecuada como medio para integrarse en su entorno; alentar su creatividad y, empezar a despertar el gusto por la poesía, la lectura y la Literatura, en sí y en sus diversas manifestaciones.

Estrategias para trabajar poesía en las aulas de clases.
Versos encadenados.   Esta estrategia  consiste en Buscar palabras que expresen un sentimiento: Alegría/ felicidad, risa, sonrisa, amigo, calor... Después se hacen frases que expresen una sensación y se escriben encadenándolas y completando lo que haga falta.  
Pareados.- Los pareados constituyen un excelente recurso para que los niños se suelten a hacer versos, y no tiene más misterio que buscar oralmente palabras que rimen con una dada y luego hacer el pareado.
Ejemplo: Azul/ abedul, gandul, tul,
La golondrina asciende en el azul
envolviéndose traviesa con su tul.
Poema de grupo partiendo de palabras dichas al azar-. Se elije un tema (colegio, familia, mar, campo, historia...) y cada uno dice una palabra referida al tema. Hacemos otra ronda y cuando cada uno ha dicho dos o más palabras hace una frase y la van diciendo con voz normal, susurrando, gritando, riendo, cantando, preguntando... Después se construye un poema entre todos con las frases que parezcan más sugestivas.
Buscar encadenamientos.- Al estilo de: "La plaza tiene una torre/ la torre tiene un balcón/ el balcón tiene una dama/ la dama una blanca flor..."
Caligramas.- Escribiendo el poema dibujando la forma del contenido del mismo (olas, peces, flores, fantasma...).
El "Limerick".- Es una técnica que propone Gianni Rodari.Se trata de un género organizado y codificado del sinsentido. Son unos versos que siempre mantienen la misma estructura:
Primer verso- Define al protagonista.
Segundo verso- Indica sus características.
Tercero y Cuarto versos- Se realiza un predicado
Quinto verso- Epíteto final extravagante
Era un viejo de colina.
de naturaleza fútil y cansina.
Sentado sobre una roca.
cantaba nanas a una mariposa.
aquel didáctico viejo de colina.